Aquella casa era encantadora, todo un desorden ordenado. Quien no pueda ver
la belleza en la fealdad común, se le hará difícil entender que aquel lugar era
hermoso. Todo estaba cuidadosamente ubicado. Algo que me llamó la atención fue
un gran adorno colgante que estaba al fondo, en el patio, parecía eso que cualquier familia le pondría a un bebe en su cuna, pero gigante. Para mí
eran las velas de un barco, alucinantes
formas geométricas de un material parecido al bronce. Aquella fue nuestra nave
ese día, la danza que el viento le hacía bailar, poco tenía que ver con nuestro
colorido canto.
Esa noche hicimos un asado en esa casa. Si pudiera buscar una palabra para
describir aquella noche sería “surrealista”. La planta baja tenía escombros,
desorden y una estética particular, pero en la planta alta estaba el baño y la
cocina, que eran unos lugares impecables, como de diseñador. El anfitrión en
medio de la leña, unos olores que enamoraban a cualquiera y la cerveza fría que
con voz seductora nos decía: “ven… ven”. Mientras cantábamos, transitaba entre
nosotros gente con cuchillos, ensaladas, corte de carne, vasos de cerveza
espumante y nosotros: “El Uruguay es un
río…”
La Asociación Idas y Vueltas estaba siendo remodelada, por este motivo
ensayamos en casa de nuestro compañero congoleño, ese es el lugar que acabo de
describir. Al terminar el ensayo ¡al fin fuimos libres! compartimos una grata
velada, nuestro anfitrión pasaba una y otra vez, bandeja en mano:
-“Carne
de elefante… carne de elefante”
Cantamos, disfrutamos y luego comimos un delicioso asado, estuvo divino, la
cerveza hizo lo suyo, aquel asado fue el bautizo formal de la Murga Migratoria.
La Murga Migratoria no solo fue bautizada con un asado, también fue
invitada a una entrevista de radio, a la cual tuve el honor de asistir, en
representación de inmigrantes que hacemos vida en la murga. De igual modo,
estuvo un representante de la Asociación Idas y Vueltas, nuestro director
artístico y la directora del instituto alemán, que es dueño del proyecto.
Estaba super nerviosa, en realidad nunca en mi vida había entrado a un
estudio de radio, pero lejos de ser una experiencia traumática, fue muy grato,
una conversación entre amigos más que una entrevista. Pude observar, por las
preguntas que nos hacían y de la manera que las hacían, que estamos innovando y
que generamos mucha curiosidad, eso me pareció maravilloso. Cuando estábamos
finalizando yo no me quería ir, ¡casi dejo un currículo en aquella estación de
radio para ver si me contrataban!
Hay otra vivencia que me gustaría inmortalizar en estas líneas digitales.
Una noche de ensayo queríamos practicar como era la entrada al escenario, los
puestos que le correspondería a cada uno según su tono, y la manera como seríamos
anunciados. Decidimos hacerlo en la calle para tener más espacio. Estábamos
como si nos anunciaban en el teatro de la
ópera de París, parecíamos niños. Hasta salieron algunos vecinos a aplaudir.
Cuando intentábamos comenzar la segunda canción:
-Cállense hijos de p …!!!
- Hay gente que labura mañana malditos…!!!
Nos quedamos congelados y entramos en perfecta fila, de nuevo a nuestro
local. Luego al finalizar, no queríamos salir, temíamos que el vecino iracundo
estuviese afuera con un AK47, con toda la intención de acabar con nuestro lindo
proyecto.
... To be continued ..
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